Las sesiones de fotos al aire libre son nuestras favoritas! No importa la época del año, si hace frío o hace calor, importa tener un motivo para hacerla!
Por qué las sesiones al aire libre son muy especiales? Primero de todo, porque son al aire libre y es el lugar preferido de las almas más puras: nuestros bebes y niños! A qué niño no le encanta una búsqueda del tesoro en el bosque? Correr sin parar por la arena o investigar más allá de lo que ve? Respirar aire fresco, caminar descalzos, mojarse con el agua, ver el sol salir o caer, juntar piedras y flores, investigar... eso es lo que quiero de entorno para mis fotos. Lo natural, volver a lo esencial. Y mostrar esa energía que se respira cuando un niño se siente pleno en ese ambiente. Al ser un lugar natural, permite que todos los integrantes de la familia se sientan cómodos y puedan ser ellos mismos. No posamos, somos! Mostrar lo verdadero, la esencia de cada familia. En tercer lugar, la belleza del entorno que elegimos. Tiene que ser un lugar mágico, repleto de naturaleza. Bosque, campo, playa, dunas... encontrar esos lugares simples que nos rodean y que tienen alma. Por último y no menos importante, siempre prefiero elegir la luz natural. El sol! Encontrar contrastes, luces y sombras en esa luz increíble. Una clave fundamental en cada foto. Si pudiera elegir una hora para mis sesiones, siempre sería cuando el sol está en el horizonte. No hay nada más lindo. El color y la suavidad, sumado a la energía que se siente cuando llega o se va el sol, es de los momentos más increíbles de cada día.
Cómo se agenda una sesión al aire libre? Elegimos un día, en lo posible a la hora del atardecer, y el día antes o el mismo día re-confirmamos dependiendo de cómo esté el clima. Punta del Este suele ser ventoso por las tardes, por eso siempre ajusto la locación sobre el momento dependiendo de cuan fuerte esté el viento y de dónde esté soplando ese día. Lo importante es sentirse cómodos para poder fluir :)
Qué tenemos que hacer durante la sesión? Simplemente SER! Mientras ustedes caminan, investigan, buscan caracoles, flores... yo los sigo con la cámara. Los consejos que doy es aprovechar ese momento para divertirse con sus hijos y disfrutarlos al máximo. Olvidarse de los problemas y vivir el presente. Tirar a nuestro hijo al aire, hacerle caballito, tomarlo de las manos entre mamá y papá y hacerlo saltar, ayudarlo a trepar un árbol, darle un beso en la frente, hacer "nariz con nariz", correr de la mano, mirarlo con atención mientras nos dice algo, mojarse los pies todos juntos, reírse... en definitiva: fluir. En algunos momentos yo, fotógrafa, los voy a guiar un poco, pero siempre intentando ser parte de ese "clima familiar de juego". Si hay niños chicos con demasiada energía y ganas de correr para todas partes, no es un problema, generalmente invento alguna temática según el lugar donde estemos: "hay que prestar atención porque por acá nomás debe estar el delfín saltando... o un búho escondido en un nido...", y así llamo la atención de los niños para que me sigan y los pueda fotografiar mientras son niños reales jugando y explorando. Si hay bebés, o un niño tímido, intento que conecten lo más posible con sus papás y me vean de lejos. Una vez que mi presencia ya no les es tan fuerte, me voy acercando sin intimidar y llamando su atención naturalmente. Todas las familias, de todos los tipos, pueden hacer una sesión de fotos familiar sin importar cómo sean. Incluso si no se sienten cómodos con una cámara adelante, ni les gusta exponerse, esta es la sesión indicada. Me adapto fácilmente a cada grupo y me encanta poder retratarlos tal cual son.
Cómo nos vestimos? Esta pregunta me la hacen siempre y por eso tengo varios tips que pueden ayudar.