Gracias por visitar Onedrop Photography!
Fundadora de Onedrop / productora / fotógrafa
Hola!, Gracias por interesarte en mi vida y el camino de mi carrera!!
Soy Licenciada en Comunicación y me especialicé en audio-visual. Ya en la facultad lo que más me alegraba, era el momento de agarrar una cámara y fotografiar lo que fuera.. Me enloquecían las clases dentro del cuarto oscuro, rebelando el rollo con químicos y viendo el resultado de un trabajo previo. Por otro lado me encantaba organizar un set, pensar en algo, producirlo, y fotografiarlo o filmarlo. El estudio de grabación era un deleite! Mil luces de todo tipo, cámaras, escenarios, ... de ahí y gracias a un gran profesor, terminé trabajando en un canal de televisión, en la producción de series y cortos.. Me pude acordar por qué había elegido la carrera de comunicación.. De muy chica, mi madre, directora creativa de una agencia de publicidad, me llevaba a los rodajes donde producían lo que ella y su equipo habían pensado previamente.. Horas y horas viendo gente que corría de un lado a otro para filmar distintas situaciones. A veces me tocaba actuar, y otras estar detrás de cámaras simplemente observando a cada uno de los involucrados. Era suuuuper divertido! Sin querer y pensarlo mucho, a mis 19 años terminé como conductora de televisión en un canal rural. La vergüenza de estar frente a una cámara hizo que descartara por completo ese rubro. Era más un sufrimiento que un disfrute.
Mientras trabajaba en televisión, me compré mi primera cámara profesional de fotos y me animé a hacer un curso especializado en iluminación. Me di cuenta que sin conocer la luz, no se podía ser fotógrafo! Y conocer la luz no es changa! Hoy reconozco que requiere de muchos años de observación, pruebas y errores; y aún así, siempre se sigue aprendiendo. Y recién una vez que empezamos a manejar la luz, la reconocemos y la entendemos, podemos empezar a construir el estilo que nos gusta.
En el 2012 me casé, renuncié a la televisión y me mudé de Montevideo a José Ignacio. Pese a que me encantaba la producción y todo el entorno del canal, siempre fui una fiel amante de la naturaleza. Desde muy chica mi sueño era vivir cerca de la playa y el mar, y se combinó perfecto con el sueño de mi marido. Así que ambos hicimos la mudanza juntos.
En el 2014 nos fuimos a recorrer Australia... por un año! Él siempre encontraba trabajo de lo que le gustaba, y yo, más miedosa y sin inglés fluido (menos con los australianos que tienen un acento muy distinto al que yo conocía), terminaba sin encontrar nada! Hasta trabajé de moza y me echaron por romper todas las copas de Champagne! Así fue que, sola todo el día y ya un poco aburrida, se me ocurrió la idea de ir a la playa con mi cámara a sacarle fotos a todos los surfistas. En marzo del 2014 nació "Onedrop Photography". Me pasaba el día entero en distintas playas, aprendiendo de surf y vendiendo mis fotos a cada uno de los que se metía al agua. Increíblemente llegó un momento en el que mis clientes me llamaban para pedirme que vaya a la playa que ellos iban.
Un día una amiga me preguntó si no quería hacerle fotos a la recién nacida de una conocida. En ese momento me pareció super raro hacerle fotos a un bebito!... era algo que nunca se me hubiese ocurrido. Me puse a estudiar en internet cómo sacarle fotos a un recién nacido, y descubrí el mundo "newborn"! Casi enloquezco! Había todo un universo con ese tipo de fotografía. Fue un camino de ida. Yo sin hijos y con cero ganas de tener en ese momento, empecé a morir de ternura cada vez que iba a una sesión. Me terminaba haciendo amiga de las mamás que me llamaban, pasaba un muy buen momento, y encima, estaba trabajando de lo que me encantaba: la fotografía.
Al tiempo volví a Uruguay, a mi querido hogar en José Ignacio, y decidí que quería seguir dedicándome a los newborns y las familias. Arme un estudio en Montevideo. No tenía ventanas así que no tuve otra opción que aprender de luces artificiales. Iba y venía todas las semanas y el estudio se llenaba de bebitos y familias felices que querían sus retratos. Seguí por muchos años con mi vieja cámara profesional que cada vez andaba peor. Así que decidí invertir en mi equipo y de a poco, nueva cámara, nuevos lentes, nuevas luces...
En el 2019 volvimos a irnos a Australia. Esta vez éramos 3. Jacinta había nacido y ya tenía dos años :) O sea, en vez de estar largas horas del día sola, como había estado en el 2014, estaba con mi fiel compañera y mi hija compinche. Descubrí el mundo de las mamás en Sydney. Nos hicimos montón de amigas y amigos que conocíamos en los mil parques, cafés y playas. Armé mi estudio en el apartamento que habíamos alquilado, que tenía un montón de ventanas y luz natural, completamente distinto al estudio de Montevideo con luz artificial. Empecé a aprender otra iluminación, que se adaptaba más al estilo que a mí me gustaba. Y gracias al clima primaveral de Sydney y al entorno paradisíaco que tienen, sumado a que me empecé a sentir cómoda con la luz natural, empecé a hacer las sesiones de fotos al aire libre. Otro camino de ida. Me encantó la espontaneidad de la fotografía descontracturada. Me hice una apasionada del sol, de sus luces y sombras, de los niños al aire libre, de los padres gozando de estar liberados del trabajo y jugando con ellos, de las mamás a las carcajadas mojándose en el agua mientras sus hijos las abrazaban fuerte... Entonces empezaron los incendios en Australia, se llenaron las calles de humo, y un día, cansada, con mi hija tosiendo, extrañando al aire puro, a mi familia, y a mi vida tranquila en Uruguay, me volví con mi fiel compañera a mi querido José Ignacio. Mi marido se quedó dando sus últimos esfuerzo para conseguir el trabajo que quería. Al mes, nos vino a buscar. Finalmente se habían terminado los incendios, Sydney era un paraíso de nuevo, y había conseguido el puesto que tanto había buscado.
Pero comienzos del 2020 empezó la pandemia y nos tuvimos que quedar! Ya no teníamos la opción de volver a Australia.
Hoy estamos en éxtasis con nuestra vida acá. Punta del Este, La Barra y José Ignacio se pobló drásticamente. De repente hay gente en las calles. Los cafés abren todo el invierno!
Cerré mi estudio en Montevideo y hoy me dedico a hacer sesiones de fotos en mi zona, al aire libre o en espacios con luz natural. Mi marido mantuvo online su trabajo con Australia, y Jacinta disfruta cada día como si fuera el último.
Gracias por leerme y ojalá podamos conocernos pronto!
Milagros Zerbino
Soy Licenciada en Comunicación y me especialicé en audio-visual. Ya en la facultad lo que más me alegraba, era el momento de agarrar una cámara y fotografiar lo que fuera.. Me enloquecían las clases dentro del cuarto oscuro, rebelando el rollo con químicos y viendo el resultado de un trabajo previo. Por otro lado me encantaba organizar un set, pensar en algo, producirlo, y fotografiarlo o filmarlo. El estudio de grabación era un deleite! Mil luces de todo tipo, cámaras, escenarios, ... de ahí y gracias a un gran profesor, terminé trabajando en un canal de televisión, en la producción de series y cortos.. Me pude acordar por qué había elegido la carrera de comunicación.. De muy chica, mi madre, directora creativa de una agencia de publicidad, me llevaba a los rodajes donde producían lo que ella y su equipo habían pensado previamente.. Horas y horas viendo gente que corría de un lado a otro para filmar distintas situaciones. A veces me tocaba actuar, y otras estar detrás de cámaras simplemente observando a cada uno de los involucrados. Era suuuuper divertido! Sin querer y pensarlo mucho, a mis 19 años terminé como conductora de televisión en un canal rural. La vergüenza de estar frente a una cámara hizo que descartara por completo ese rubro. Era más un sufrimiento que un disfrute.
Mientras trabajaba en televisión, me compré mi primera cámara profesional de fotos y me animé a hacer un curso especializado en iluminación. Me di cuenta que sin conocer la luz, no se podía ser fotógrafo! Y conocer la luz no es changa! Hoy reconozco que requiere de muchos años de observación, pruebas y errores; y aún así, siempre se sigue aprendiendo. Y recién una vez que empezamos a manejar la luz, la reconocemos y la entendemos, podemos empezar a construir el estilo que nos gusta.
En el 2012 me casé, renuncié a la televisión y me mudé de Montevideo a José Ignacio. Pese a que me encantaba la producción y todo el entorno del canal, siempre fui una fiel amante de la naturaleza. Desde muy chica mi sueño era vivir cerca de la playa y el mar, y se combinó perfecto con el sueño de mi marido. Así que ambos hicimos la mudanza juntos.
En el 2014 nos fuimos a recorrer Australia... por un año! Él siempre encontraba trabajo de lo que le gustaba, y yo, más miedosa y sin inglés fluido (menos con los australianos que tienen un acento muy distinto al que yo conocía), terminaba sin encontrar nada! Hasta trabajé de moza y me echaron por romper todas las copas de Champagne! Así fue que, sola todo el día y ya un poco aburrida, se me ocurrió la idea de ir a la playa con mi cámara a sacarle fotos a todos los surfistas. En marzo del 2014 nació "Onedrop Photography". Me pasaba el día entero en distintas playas, aprendiendo de surf y vendiendo mis fotos a cada uno de los que se metía al agua. Increíblemente llegó un momento en el que mis clientes me llamaban para pedirme que vaya a la playa que ellos iban.
Un día una amiga me preguntó si no quería hacerle fotos a la recién nacida de una conocida. En ese momento me pareció super raro hacerle fotos a un bebito!... era algo que nunca se me hubiese ocurrido. Me puse a estudiar en internet cómo sacarle fotos a un recién nacido, y descubrí el mundo "newborn"! Casi enloquezco! Había todo un universo con ese tipo de fotografía. Fue un camino de ida. Yo sin hijos y con cero ganas de tener en ese momento, empecé a morir de ternura cada vez que iba a una sesión. Me terminaba haciendo amiga de las mamás que me llamaban, pasaba un muy buen momento, y encima, estaba trabajando de lo que me encantaba: la fotografía.
Al tiempo volví a Uruguay, a mi querido hogar en José Ignacio, y decidí que quería seguir dedicándome a los newborns y las familias. Arme un estudio en Montevideo. No tenía ventanas así que no tuve otra opción que aprender de luces artificiales. Iba y venía todas las semanas y el estudio se llenaba de bebitos y familias felices que querían sus retratos. Seguí por muchos años con mi vieja cámara profesional que cada vez andaba peor. Así que decidí invertir en mi equipo y de a poco, nueva cámara, nuevos lentes, nuevas luces...
En el 2019 volvimos a irnos a Australia. Esta vez éramos 3. Jacinta había nacido y ya tenía dos años :) O sea, en vez de estar largas horas del día sola, como había estado en el 2014, estaba con mi fiel compañera y mi hija compinche. Descubrí el mundo de las mamás en Sydney. Nos hicimos montón de amigas y amigos que conocíamos en los mil parques, cafés y playas. Armé mi estudio en el apartamento que habíamos alquilado, que tenía un montón de ventanas y luz natural, completamente distinto al estudio de Montevideo con luz artificial. Empecé a aprender otra iluminación, que se adaptaba más al estilo que a mí me gustaba. Y gracias al clima primaveral de Sydney y al entorno paradisíaco que tienen, sumado a que me empecé a sentir cómoda con la luz natural, empecé a hacer las sesiones de fotos al aire libre. Otro camino de ida. Me encantó la espontaneidad de la fotografía descontracturada. Me hice una apasionada del sol, de sus luces y sombras, de los niños al aire libre, de los padres gozando de estar liberados del trabajo y jugando con ellos, de las mamás a las carcajadas mojándose en el agua mientras sus hijos las abrazaban fuerte... Entonces empezaron los incendios en Australia, se llenaron las calles de humo, y un día, cansada, con mi hija tosiendo, extrañando al aire puro, a mi familia, y a mi vida tranquila en Uruguay, me volví con mi fiel compañera a mi querido José Ignacio. Mi marido se quedó dando sus últimos esfuerzo para conseguir el trabajo que quería. Al mes, nos vino a buscar. Finalmente se habían terminado los incendios, Sydney era un paraíso de nuevo, y había conseguido el puesto que tanto había buscado.
Pero comienzos del 2020 empezó la pandemia y nos tuvimos que quedar! Ya no teníamos la opción de volver a Australia.
Hoy estamos en éxtasis con nuestra vida acá. Punta del Este, La Barra y José Ignacio se pobló drásticamente. De repente hay gente en las calles. Los cafés abren todo el invierno!
Cerré mi estudio en Montevideo y hoy me dedico a hacer sesiones de fotos en mi zona, al aire libre o en espacios con luz natural. Mi marido mantuvo online su trabajo con Australia, y Jacinta disfruta cada día como si fuera el último.
Gracias por leerme y ojalá podamos conocernos pronto!
Milagros Zerbino